Todavía no sé cómo lo he hecho.
Pero lo he hecho. Yo sola. Me merezco un premio. Un reconocimiento del ministerio de cultura.
Ahora podré hacerme la interesante. Dejarlo caer en alguna conversación. Fardar un poco.
He leído un libro.
Uno sin dibujos. Uno que no habla de princesas ni de dragones. Una novela. La chica del tren, de Paula Hawkins.
Lo he estado leyendo por las noches, arrancando horas al sueño. Lo necesitaba. Llevaba meses en los que mi nivel de lectura se había estancado en la Cuore. El Hola ya era demasiado. Estaba perdiendo vocabulario.
La chica del tren. El libro de moda. Se lo vi a mi suegra y se lo pedí. Y pim pam. Me lo he ventilado en una semana.
No es ninguna obra maestra. Pero se lee bien. Suelo medir lo entretenido que es un libro por el número de párrafos/páginas que me salto. En este no me he saltado demasiados. Te atrapa. Quieres saber. Quieres seguir. Y acaba como tiene que acabar.
Esta semana me doy un descanso de lectura, que he empezado aerobic. Mens sana in corpore sano. A tope.
Crónicas de lo cotidiano 
¡¡Estas que te sales!!
Lectura, ejercicio, tres niños, ¿que va a ser lo siguiente? ¿Acaso me quieres quitar mi título de Madre del Año?
Bruja…
😉
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Y estoy pensando en cocinar algo algún día. ..
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Hola!
Aunque te sigo desde hace tiempo sólo me decidí a escribirte por primera vez con el caso del niño en la orilla, pero ya he abierto la veda y pienso hacerlo más a menudo porque esta semana tengo la reunión de padres en el cole, mi hijo no quiere ir a la guardería cuando se lo acaba pasando genial mientras yo trabajo todo el día y encima estoy leyendo la chica del tren después de mucho tiempo en el que no tengo tiempo ni para depilarme…..En fin que ya «somo dos» je je. Cuando lo termine te diré…..
Saludos desde Murcia. Eva
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