El timo de la mujer trabajadora

Ha salido el libro «Nosotras que lo quisimos todo», una novela sobre «El timo de la mujer trabajadora», de Sonsoles Ónega. Tengo ganas de leerlo.

Aunque ahora mismo no tengo mucho tiempo para lecturas.

Por la noche caigo rendida en la cama. Mi marido y yo nos animamos a tener familia numerosa. Pensamos que sería divertido y lo es, pero se duerme poco. Da igual, me compro el libro y ya sacaré algún momento.

Por la mañana no tengo ni un minuto: me despierto pronto para dar el biberón a la pequeña. Luego empieza la carrera: ducha y a levantar a los mayores. Desayunos, vestirse y cada uno a lo suyo. Me apetece mucho el libro, seguro que es divertido.

A las ocho toca salir corriendo para la oficina. Trabajo mañana y tarde. Es un buen trabajo. Para eso estudié y me esforcé tanto. Durante las dos horas de la comida hago la compra por Internet, algún recado o, como casi siempre, sigo trabajando. Suelo comer un sándwich o una ensalada encima de mi mesa, a ver si así salgo antes. Dicen que es una novela reivindicativa. Tengo que sacar un hueco como sea.

Necesito llegar a casa antes de las ocho de la tarde (¿ o es noche?). A esa hora se va la asistenta, y mi marido llega casi siempre después, si es que no está de viaje. Me pongo ropa cómoda. Hay que contarse el día, cenar y jugar. Los niños están cansados y siempre hay lloros. Miro temblando las agendas de mis hijos, no sea que tenga que preparar algún disfraz o manualidad para el colegio. Alguna vez, si mi marido llega pronto, me doy un baño con espuma y en alguna ocasión incluso me he echado crema hidratante. Nunca estoy sola, siempre aparece algún niño en el cuarto de baño. Me compro ese libro sí o sí.

Con los niños acostados, organizo la casa y me caigo en el sofá. Mi marido y yo hablamos un rato. A veces estamos tan cansados que ni eso, ya nos mandaremos un email. Espero que el libro se lea rápido, que no haya que estar muy concentrada.

Así de lunes a viernes. Los fines de semana son intensos. Los mayores se despiertan temprano y ya no hacen siesta. Jugar al fútbol, ir al parque, al centro comercial, a un cumpleaños, comida en casa de los abuelos, piscina… hacemos de todo. Es agotador. El viernes o el sábado por la noche, peli en pareja, o mejor una serie, que dura menos. ¿Será largo el libro?

Tengo que hacer deporte, tres veces a la semana según los expertos, y caminar cada día. Envidio a las mujeres que van siempre con las uñas bien pintadas. Me gusta quedar con mis amigas pero casi no las veo. Mi madre se queja de que la tengo olvidada, de que no la llamo. Se me ha ocurrido empezar un blog.

Ya está: ese libro habla de mí. Esto es un timo. Soy una víctima más. Voy a comprarlo. Tal vez nos podamos unir todas en una plataforma y denunciar a alguien.

El timo de la mujer trabajadora

10 comentarios en “El timo de la mujer trabajadora

  1. Jajajajaj qué bien te comprendo! Yo no tengo familia numerosa, «sólo» tengo dos hijos, y tengo reducción de jornada (termino a las 15 h) pero a mí tampoco me da el día para más!!! Me encanta leer y tengo siempre en la mesita un libro empezado pero es que cuando por fin he terminado el día, no tengo fuerza para leer…. Principalmente porque me duermo… Sí es un timo, qué ilusas! Ahora no podemos ni respirar!!! Jajajaja un beso y ánimo!

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  2. Queremos ser super madres, super esposas, super amantes, super profesionales en nuestro trabajo y al final lo que somos es super gilipollas (hablando mal y pronto).
    Creo que tenemos que aprender a ser más egoístas, es nuestra asignatura pendiente. Porque os habéis dado cuenta que a los hombres apenas les cambia la vida tengan un hijo o tengan cinco? Porque es que ellos trabajan y llegan cansadisimos a casa (siempre después de la hora clave en la que los niños ya están cenados, bañados y prácticamente acostados).
    Nos queda muuuuuchooo que aprender jajajeja.

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  3. Tengo 2 princesas, 27 y 5 meses, su sonrisa merece todos los esfuerzos….pero con lo de trabajar tambien fuera de casa nos la colaron.
    Me levanto a las 6 de la mañana, ducha, desayuno, dar el pecho a la peke y al curro. Su padre las deja en la guarderia a las 8.
    Tengo reduccion de jornada, trabajo de 8 a 15h…y mi jefe piensa q me voy muy pronto, el resto salen a las 17h…..Mi jornada continua…recoje a las niñas….llega a casa, juegos, baños, cenas, mochilas, la lavadora….con suerte me acuesto a la media noche, agotada.
    A veces tengo la sensacion q me estoy perdiendo parte de su infancia….con este ritmo d vida.
    Me encantado tu post

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  4. Genial el post. Soy hombre y te aseguro no aceptaría ese ritmo de vida, para nada. En el fondo los padres nos limitamos a cuidar de los niños, sólo cuidarlos y yo me pregunto ¿Cuándo se les educa? En el fondo les estamos enseñando que la vida es así y lo aceptarán cuando tengan sus familias. Todo este maldito sistema sólo trae frustración y adultos con carencias educativas pues el cole no es suficiente. ¿Dónde estamos los padres? Pues “currando como burros para darles algo mejor”. Yo me pregunto muy íntimamente ¿Y qué cojones mejor le estamos dando?

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